No por miedo a errar vas a dejar de jugar.

6 de septiembre de 2010

El corazón parecía que se iba a salir cuando lo vio por segunda vez. Es que no podía creer que en aquella pequeña ciudad podría encontrar a su alma gemela de toda la vida. Contenta en su felicidad, pero ahogada en su vergüenza corrió a un puesto de flores para refugiarse de aquellos ojos que la obserbaron por un momento, confundidos. Para calmar sus emociones empezó a tararear una canción con los ojos cerrados, tratando de imaginar cualquier cosa, pero su cabeza solo podía pensar en él. Instantes aparecían y desaparecían en su mente; hasta que algo la distrajo. El calor de una mano sobre la suya, y el perfume a tres centímetros de ella. Ahí estaba él, con una flor entre manos. Cuando abrió los ojos creyó que se iba a desmayar, no sabía si abrazarlo o fingir incredulidad. Lo único que recordo cuando cayó a la realidad, fué un beso. Tomo el abrigo y se aseguró de que no halla dejado nada en los bolsillos. Había algo. Una carta escrita en tinta.

El cielo siempre nos querra ver juntos, asi que preparate para nuestro próximo encuentro.
Firma: Tu primer amor.

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